Cómo limpiar las paredes de color

¿Cómo limpiar las paredes de color?

 

Todos queremos tener un hogar reluciente con muebles hermosos, un suelo brillante y paredes capaces de reflejar nuestra personalidad, por lo que semanalmente (o incluso a diario) llevamos a cabo una exhaustiva rutina de limpieza; eliminando partículas de polvo y acumulaciones de suciedad que desmejoran el aspecto de nuestro entorno.

Sin embargo, a diferencia de nuestros muebles y pisos, lo cuales pueden ser limpiados adecuadamente con el simple paso de un paño húmedo, nuestras paredes son elementos mucho más exigentes, pues éstas son muy frágiles y requieren de un cuidado especial que no perjudique la vivacidad de sus colores o los blancos inmaculados.

Siendo conscientes de lo importante que es mantener un hogar cuya belleza se destaque, a continuación, te daremos algunos consejos de limpieza prácticos para que puedas preservar tus paredes en el mejor estado.

 

Elementos a utilizar

Recuerda tener a la mano los siguientes elementos:

 

  • Toallas, periódico o paños que absorban agua.
  • Dos esponjas.
  • Dos cubetas de agua (una fría y otra tibia).
  • Paño seco.
  • Cepillo de filamentos suaves
  • Plumero, escoba o aspiradora.
  • Goma de borrar.
  • Guantes de goma.
  • Limpiador o jabón líquido lavavajillas.
  • Amoniaco.
  • Bicarbonato de sodio.

Antes de empezar a limpiar

Coloca sobre el suelo las toallas, paños o periódico cuyo objetivo es recibir el exceso de agua utilizado para limpiar las paredes y evitar que se dañen los guardaescobas o el suelo.

 

Luego, con ayuda del cepillo de filamentos suaves, elimina el polvo que recubre la pared con movimientos rápidos de arriba hacia abajo y sin ejercer demasiada presión o se podría rayar la pintura. A su vez, con el plumero (escoba o aspiradora) retira las telarañas o acumulaciones de mugre que se ubican en las esquinas.

 

Una vez nuestra pared está completamente preparada para ser limpiada, es momento de ponernos manos a la obra.

 

¡A la carga!

En primera instancia quitaremos las manchas más prominentes, las cuales deben ser tratadas según su tipo:

 

  • Manchas de grasa o aceite: Este tipo de manchas son causadas por salpicaduras o por el exceso de contacto con el cuerpo, ya que en nuestras manos a veces cargamos un recubrimiento graso que se adhiere a las paredes. Para eliminar estas manchas se recomienda el uso del jabón líquido lavavajillas, un chorrito de amoniaco y agua tibia aplicando delicadamente sobre la pared con el lado suave de la esponja en movimientos circulares y, posteriormente, utilizar el paño seco para retirar la humedad con rapidez.

 

  • Manchas comunes: La suciedad causada por el golpe de muebles, el roce de la ropa y los zapatos es considerada como algo común, por lo que se pueden retirar con facilidad haciendo uso de una goma de borrar (borrador).

 

Cuando hemos quitado todas las manchas fuertes, podemos pasar al siguiente paso: el lavado general. Éste se lleva a cabo con la esponja humedecida en agua tibia y jabón líquido lavavajillas (el cubo de agua fría es utilizado para enjuagar la esponja cuando esté demasiado sucia). Luego, con la ayuda del paño seco, realiza movimientos desde abajo hacia arriba para secar las paredes sin causar goteos que manchen la pared.

 

En caso tal de que las manchas sean severas y no puedan ser retiradas durante el lavado general, se recomienda el uso del bicarbonato de sodio (100 gramos) diluido sobre 4 litros de agua y aplicarlo sobre la mancha con movimientos circulares repetidos. Posteriormente solo hará falta limpiar con agua y secar con el paño seco… ¡y ya está!

 

 

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Por otro lado, cuando las paredes de tu hogar están recubiertas pintura tipo 1 (pintura de vinilo súper lavable) es mucho más sencillo mantenerlas limpias, ya que este tipo de pintura reviste el color con una resistente película de plástico de vinilo que garantiza colores vibrantes por más tiempo y, a su vez, mayor resistencia a golpes y rayones, así como a líquidos.

 

No obstante, antes de continuar con la limpieza, se recomienda hacer una pequeña prueba con el limpiador para conocer la reacción de la pintura frente a tal sustancia. Si la pintura se corroe o pierde su brillo, es importante cambiar de limpiador.